LA NANA
La historia comienza hace 50 años, con Rosario y su hermano Manuel de 3 años de edad.
Los niños eran inseparables, vivan en una casa muy pequeña en un pueblo de Huelva. Se pasaban el día jugando y descubriendo el mundo que les rodeaba.
Sus padres eran unos humildes campesinos que trabajaban en el campo, como siempre se iban al amanecer y regresaban al caer la noche.
Mientras tanto Eugenio que era el hermano mayor, tenía 13 años y se hacía cargo de los más pequeños.
Una noche de frio invierno cuando los niños ya estaban acostados, Eugenio estaba leyendo tranquilamente en su habitación y notó como un aire frio recorría todo su cuerpo. En ese mismo instante el aire comenzó a golpear fuertemente las ventanas de la casa y de pronto todo paro, hubo un silencio extremo. Segundos más tarde se escuchó un grito fuerte y seco procedente de la habitación de sus hermanos. Como sus padres todavía no habían vuelto a casa, Eugenio corrió a la habitación y al llegar, Manuel y Rosario estaban abrazados, temblorosos y muy asustados. Le contaron a su hermano que la señora del pelo blanco había estado en su habitación y venía a llevarse a uno de ellos. Eugenio les explicó que habría sido una pesadilla y que volvieran a la cama, ya que allí no había nadie. Los niños obedecieron y se fueron a dormir y al despertar a la mañana siguiente no recordaban nada.
Pasaron dos días y volvió a suceder, igual que la primera vez y al despertar a la mañana siguiente sus hermanos tampoco recordaban nada. Así sucedió noche tras noche durante una semana.
Eugenio muy preocupado por lo que les pasaba a sus hermanos decidió contárselo a sus padres esa noche. Cuando los padres cansados de trabajar todo el día en el campo llegaron, su hijo mayor les contó lo sucedido. Los padres le dijeron que sería simplemente imaginaciones de los niños y se fueron a la cama.
Los siguientes días, todo fue tranquilidad. Pero Eugenio sentía que algo no estaba bien, tenía la sensación de que algo iba a ocurrir.
Esa noche, fue la más fría de todas, una fuerte tormenta cayo y el viento golpeaba más violentamente que nunca. Sus padres se estaban retrasando más de lo habitual, sus hermanos estaban ya dormidos, el los esperaba con muy mal presentimiento y angustia.
El nerviosismo se apoderó de su cuerpo, de pronto comenzó a escuchar una voz a lo lejos como si de una nana se tratara. Empezó a sentir un sueño muy profundo, los ojos le pesaban tanto que no pudo más que dejarse llevar por esta nueva sensación de calma. Oía gritos y llantos mientras dormía, pero no podía hacer nada ya que no podía despertar.
De madrugada cuando sus padres llegaron a casa, encontraron a Eugenio profundamente dormido en una silla de la cocina. Lo zarandearon hasta que pon fin lograron despertarlo, en ese instante él miro muy asustado a sus padres y corrió hasta la habitación de sus hermanos, los padres le siguieron al notar el temor en sus ojos.
Cuando llegaron a la habitación de los pequeños… solo encontraron a Manuel inconsciente y Rosario no estaba por ninguna parte, en el suelo descubrieron un dibujo que habían hecho los niños de algo que parecía una mujer mayor de pelo blanco. Buscaron durante días, semanas y meses sin dar con ella. Manuel no hablaba, no miraba, no volvió a sonreír ya que una parte de él se fue con su hermana. Eugenio se culpó por no hacer caso a las advertencias de sus hermanos. Desde entonces siempre que una tormenta azotaba el pueblo y una nana se escuchaba, otra niña desaparecía…
Seudónimo: Luna